Por Juan Pablo López García
Dos cabezas son mejores que una sí, y solo sí, las dos cabezas acuerdan lo que harán y cómo lo harán [1]
Los “Logros indispensables para los estudiantes del Siglo XXI”, definidos por el Consorcio de Habilidades para el Siglo XXI, se refieren a las habilidades, conocimientos y competencias, que deben desarrollar los estudiantes para tener éxito en su vida personal y laboral, en el presente Siglo. Entre estos logros se destaca la Conciencia Global, que entre otras, se refiere a “trabajar colaborativamente para alcanzar una meta común, con personas que representan diversas culturas, religiones y estilos de vida; lo anterior, dentro de un espíritu de respeto mutuo y diálogo abierto, en contextos personales, de trabajo y comunitarios” [2].
Para que este trabajo colaborativo sea productivo y exitoso, es indispensable tanto “entender otras naciones y culturas, incluyendo proficiencia [3] de idiomas distintos al español”, como “utilizar habilidades del Siglo XXI para comprender y atender temas globales” [2]. Adicionalmente, este conjunto de habilidades también promueve Competencias de Comunicación y Colaboración, cuyo desarrollo demanda: “articular pensamientos e ideas de manera clara y efectiva mediante comunicación oral y escrita; demostrar habilidad para trabajar eficazmente con diversos grupos; actuar con flexibilidad y voluntad para ayudar a realizar los acuerdos necesarios para alcanzar una meta común; y, asumir responsabilidad compartida para trabajar de manera colaborativa” [2].
Antes de intentar definir qué es un proyecto colaborativo en línea, reflexionemos sobre los conceptos involucrados en este: Proyecto de Clase, Aprendizaje Colaborativo e Internet (como herramienta de comunicación y repositorio de información).
En general, los Proyectos de Clase siempre se deben orientar a aprender haciendo algo. La clave para usarlos exitosamente es, por una parte, posibilitar que los estudiantes se involucren en actividades auténticas de su interés y, por la otra, construir nuevo conocimiento a partir del que ya tienen.
Por lo tanto, un buen proyecto colaborativo es aquel que no puede realizarse por un estudiante de manera independiente; de lo contrario, estaríamos hablando de un Proyecto de Clase cuyo producto final se comparte con otros estudiantes pero la colaboración real entre ellos resulta irrelevante. Los productos finales deben reflejar los aportes significativos de las diferentes partes involucradas en el proyecto. Algunos de los más valiosos son aquellos que a partir de elementos locales tales como: conocimiento tradicional, condiciones medioambientales, condiciones económicas, entre otras, conducen a enriquecer conocimientos que convierten en significativos los aprendizajes.
También es crucial el proceso de colaboración entre los docentes responsables de llevar a cabo proyectos colaborativos. Eso es especialmente importante en el desarrollo de las tres fases de estos: 1) planeación, 2) gestión y seguimiento y 3) cierre
Con la realización de Proyectos Colaborativos en Internet se busca en primera instancia que los estudiantes aprendan a colaborar en un ambiente real y multicultural; al tiempo que mejoran aprendizajes en distintas asignaturas. Adicionalmente, como consecuencia del trabajo colaborativo bien planificado, los estudiantes desarrollan habilidades personales tales como [10]:
* Participar activamente en elaboraciones colectivas.
* Asumir y cumplir compromisos grupales.
* Dar ayuda a otras personas y pedirla cuando se requiera.
* Poner al servicio de otras personas sus fortalezas individuales.
* Aceptar los puntos de vista de otros.
* Comprender las necesidades de otras personas.
* Descubrir soluciones que beneficien a todos.
* Establecer contacto significativo con comunidades que poseen culturas diferentes.
* Contrastar sus actividades y creencias con las de otras personas.
* Establecer metas, tareas, recursos, roles, etc.
* Escuchar crítica y respetuosamente a sus interlocutores.
* Exponer sus ideas y planteamientos en forma argumentada.
* Aceptar la crítica razonada de parte de otras personas.
* Ceder ante evidencia o argumentación de peso.
* Reconocer los créditos ajenos.
* Negociar lenguaje y métodos.
* Desarrollar habilidades interpersonales.
* Familiarizarse con procesos democráticos.
Por último, cuando los docentes toman la decisión de llevar a cabo este tipo de Proyectos, es importante que se esmeren al máximo en planearlos de la mejor manera para que los trabajos colaborativos por Internet ofrezcan a sus estudiantes experiencias de aprendizaje activas y reales en contextos universales en los que la colaboración entre las partes sea requisito fundamental para llevarlos a feliz término.
NOTAS DEL EDITOR:
[1] Bruffee, K. (1995): Sharing our toys: cooperative learning versus collaborative learning. Change: The magazine of Higher Learning. Enero/Febrero: 12-8.
[2] 21stcenturyskills, (2004). Logros indispensables para los estudiantes del siglo XXI. Extraído el 6 de mayo de 2008 desde Eduteka
[3] El concepto de proficiencia (del inglés Proficiency) remite a la capacidad que una persona demuestra en el uso de una lengua extranjera. Puede aplicarse tanto al uso global de la lengua como al de una sola destreza lingüística en particular. Tomado del Centro Virtual Cervantes.
[4] Condición de ser otro (del latín alterĭtas); Real Academia Española.
[5] UNESCO, 2001. Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural. Paris. Extraído el 06 de Julio de 2009 desde http://unesdoc.unesco.org/images/0012/001271/127160m.pdf
[6] Friedman, T. (2006). La Tierra es Plana. Madrid: Ediciones Martínez Roca.
Harris, J. (1995). Organizing and Faciliting Tellecolaborative Projects. Extraído el 12 de mayo de 2009 desde http://virtual-architecture.wm.edu/
[7] Osorio, L. (2000). Capítulo “Aprendizaje en Ambientes Virtuales y Colaborativos” del libro “Los Computadores en la Nueva Visión Educativa”, Bogotá: Escuela Colombiana de ingeniería.
[8] Unigarro, M. (2001). Educación Virtual: Encuentro Formativo en el Ciberespacio. Bucaramanga: Editorial UNAB.
[9] Dolly, M. 2008. Understanding the many steps for effective collaborative language projects. Language learning Journal; vol 36. No 1, Junio: 65-78
[10] Escamilla, J. (1999). Selección y Uso de Tecnología Educativa”, segunda edición. México: Trillas.
CRÉDITO:
Documento elaborado por Eduteka. El contenido de este documento fue expuesto en la parte inicial de la ponencia presentada por Juan Carlos López García, editor de Eduteka, en la “I Conferencia Internacional de educación en TIC”, EducaenTIC, La Paz, Bolivia, Junio de 2009.