lunes, 29 de septiembre de 2014

Dos sucesos, una sola fecha



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Por: Eliud Velázquez

Dos sucesos rodean mi vida: el día que descubrí que la voz era más que un sueño y que tenía una libertad inusitada; y el momento en que la música me llenó la inspiración a través de su gama de sonidos, de su historia, de su inmensidad. Estos dos momentos están marcados por un mismo instante en el tiempo. 

El 24 de septiembre de 1992 surgió en el noroeste del país la casa que ha alimentado mis sueños. Radio Universidad de Occidente. Una estación de radio que ha estado por 22 años al aire con la única intención de ser una voz diferente en el cuadrante, grande por cierto en Los Mochis. Son muchos los momentos que he pasado en su vientre que 17 años se me hacen una gota de lluvia en el inmenso mar del tiempo. Y la sal de la memoria se llena de instantes difusos: ser locutor, productor, jala cables, bajista de sonidos, operador frustrado, descansero, escritor, actor, borracho de cantina, juntero, hombre de seriedad, transmisor, conductor y lo que se acumule en otros 17 años más. No basta con escribir unas cuantas palabras a través de esta columna. Es grande la lista  de personas que han formado a Radio Universidad de Occidente en los menesteres de su condición y otros tantos lo que nos hemos forjado como verdaderos universitarios con la única misión de cumplir con la encomienda: ofrecer calidad radiofónica en el norte y sur de Sinaloa

Un segundo instante se me agolpa en el pecho: un 24 de septiembre del 2008 mi voz surgía desde las bocinas de cualquier radio receptor, en un lugar cualquiera, de una serie de rostros cualquieras. Por primera ocasión mi sección de radio ¿Qué escucha cuando escucha? salía al aire a través del Noticiero de Sinaloa: Línea Directa. En seis años de buscarle  a la música lo más oscuros y recónditos datos, pero sobre todo de amarla intensamente, son tantas las anécdotas que se pueden contar en estos años que he acumulado: mentadas de madre, consentimientos de los melómanos por algún buen dato; ahí entendí que ser artista local no es malo. Como olvidar el reconocimiento en la gente con sólo decir mi nombre: Eliud Velázquez, mucho gusto. ¡Ho Usted es el de la radio, él de esa sección que dice que alguien escucha algo! ¿Verdad? Yo lo escucho todos los días (y eso que la sección no sale todos los días).

Agradezco infinitamente la oportunidad a Luis Alberto Díaz, no por la sección, si por su amistad. Reconozco el riesgo que corrió al lanzarme al aire con la historia de “Las Ruinas de Atenas “de Ludwig Von Beethoven y la flamante rúbrica de “El Chavo del Ocho”. Recuerdo su primer comentario: ¡Oye que buen dato, nos habló un señor para felicitarnos!

No puedo estar más agradecido por esta fecha que me hace llegar al lugar común que amo con intensidad: la radio. Ese lugar infinito para convertir a la voz en un arma que puede construir grandes esperanzas.

calamarespejo@hotmail.com

Publicado en lineadirectaportal.com

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