viernes, 25 de marzo de 2011

UN ANTROPOLOGO EN PARÍS, ENCUENTRA EL CONOCIMIENTO.

Por Leobardo Cornejo Murga.

                Se ha dicho muchas veces y de múltiples maneras, que París es la ciudad del amor. Desde luego, hay ciudades para amar, cualquiera, pero mujeres amorosas como las parisinas hay muy pocas. Este antropólogo visita París, y se enamora de su cultura. Todo lo que hay y se hace en París. Una ciudad multiétnica y cosmopolita, en la cuál confluyen los conocimientos y artes de toda Europa. Paso obligado de todas las líneas aéreas del mediterráneo

En París podemos ver la torre Eiffel , un armatoste de acero, emblema de Francia. También  encontramos allá las grandes universidades famosas a nivel mundial como la Sorbona, la Escuela Práctica de Altos Estudios, El Colegio de Francia, la Escuela Normal Superior, y otras donde se formaron una gran cantidad de filósofos importantes como Foucault, Bordieu, Lacán, y otros como Barthes, Althusser, Levis-Strauss que marcaron una época en la inteligencia del ser humano. Pero, ¿Qué significa encontrar el conocimiento? Y ¿Qué tipo de conocimiento, puede encontrar un antropólogo? El ser humano percibe una realidad a través de sus múltiples sentidos.

El arte se aprende por medio de la vista, el oído, etcétera. El hombre maneja múltiples materiales, y el tacto se sensibiliza y hace que la persona aprenda más de lo que hace. Es un aprendizaje multimodal.Eso es conocer. Saber, valorar. Conocer es saber algo de alguien, en algún sentido y por cierto medio. El conocimiento está en medio de nosotros. No está en un libro secreto o profano. No, el conocimiento se disfruta como la vida misma. Esta en la experiencia y en la historia de las personas. En lo humano de los hombres y mujeres que forman una sociedad. En los grados académicos, pero nunca en forma exclusiva. Hay múltiples formas de alcanzar el conocimiento. Por ejemplo: conduciendo un taxi, se conoce la ciudad; haciendo pizzas se valora la vida de los grumetes. 

Trabajando en entrega de agua a domicilio, se conocen muchas personas y se sirve a las mismas. Quien sirve para vivir, es porque aprendió a vivir para servir.
Así, este antropólogo encuentra conocimiento, tratando a las personas y se queda con él, como parte de su vida cotidiana. Y logra tener una vida más plena de satisfactores, de alegrías, de formas nuevas de ver el mundo. El Antropólogo, hoy por hoy, se extingue. Se esta quedando sin trabajo, en apariencia, porque cada vez hay personas que leen menos, viven superficialmente, ya que no analizan, no critican, no problematizan la vida, no discuten, no ven la vida con otros ojos para innovar. Esa es la nueva función del Antropólogo que busca el conocimiento.Y a ese, le vamos a pedir que se de una vuelta por las Universidades para que valore las nuevas formas de adquirir conocimiento.

El Dr. Leobardo Cornejo Murga es Licenciado en Comunicación por la UNAM,
 Maestría en Sociología por la UNAM, Doctorado en Filosofía y Semiotica 
(Estudios Interdisciplinarios) por la Universidad Abierta de Reino Unido,
actualmente es Profesor Investigador en la Universidad de 
Occidente, perfil PROMEP preferente.

1 comentario:

  1. Nunca se va comparar los modelos educativos de América (en general) a los modelos educativos Europeos (los de la unión).

    Su misión bolivariana esta igual de lejos de la realidad del que la UDO esta de ser una Universidad (punto).

    Quisiera saber cuantos maestros son investigadores, cuantos de los que son investigadores publican las investigaciones, ¿cuantos de los que las publican tienen un SNI?

    Esperemos algún día dejen de preparar empleados, para preparar emprendedores. Y no hablo de la materia de a peso que imparten generalmente personas que en su vida han emprendido algo. Digo emprendedores de verdad, que hayan tenido la iniciativa de emprender un negocio, de romper con los paradigmas de la mediocridad y levedad conformista a lo que se nos somete en clases.

    No hay que caer en decir chavos ustedes pueden llegar hasta donde quieran aquí preparamos exitosos…(porque no es así) hablo de que actúen, que cambien esa mentalidad, que promuevan el autoempleo, que consigan financiamiento a proyectos estudiantiles, para que exista el interés del estudiante por innovar, y no por cumplir una materia, que repito es de a peso.

    Si bien Paris evoca cultura, Los Mochis Provoca amargura, pero dentro de tanta porquería sombria es cuando esta por venir la iluminación, “depues de todo donde hay guerra, hay oportunidad” .

    a più tardi
    M.G.

    ResponderEliminar