Por:
Carolina Escalante Ochoa
Pocas cosas sorprenden en este siglo, y realmente el tema
de que el fin del mundo llegará, ha hecho dudar a varios creyentes y reír a
escépticos. Quizá es un tema novedoso pero no actual debido a que ya lo hemos
venido escuchando en años pasados. Pero lo realmente valioso y rescatable de
este tema es ¿Cuál es nuestra posición frente a esta profecía apocalíptica? Si
somos unos verdaderos borregos o críticos de todo lo que se dice del fin del
mundo.
Y es verdad en los últimos años, meses y días, hemos
estado siendo bombardeados con el 2012 como el año fatal, tanto en publicidad,
literatura y cine, que realmente es espeluznante pensar que todo lo que se dice
y se ve sucederá. Todo esto genera en mi muchas dudas, porque sería difícil no
darse cuenta de todo lo que está pasando con nuestro planeta, como desastres naturales y más tragedias, por tales
motivos me he cuestionado ¿Si todo es un ciclo de la tierra o si todo es obra
de el hombre?
Realmente no tengo una
respuesta certera y no puedo afirmar con contundencia acerca de estas dos
hipótesis, en conclusión a mis
reflexiones, sería muy tonto no darse cuenta de los cambios que está viviendo la
tierra actualmente, catástrofes naturales, el cambio climático y más, que si
bien no son el fin del mundo, se le parece, y es que actualmente a todo esto se
le está viendo como a un mercado, cortinas de humo y porque no como un gran
farsa, si darse cuenta que esto ya va más allá que una simple mentira. Y en la
actualidad la sociedad prefiere creer que esto es una exageración más de los
medios –que ya nos han acostumbrado a eso- y no les importa “el fin del mundo”, siendo para mí esa una postura muy
individualista, pienso
que ese ‘individualismo’ que caracteriza y pone en cuestión cada una de las
relaciones humanas y sociales, es una característica típica, sobre todo, de
nuestra sociedad occidental, donde la sociedad capitalista que trajo consigo el
afán del ‘tener’ por sobre el del ‘ser’, en una competitividad extrema que
amenaza constantemente todas las relaciones, tiende a afirmar el primar del
‘individuo’ por sobre la ‘colectividad’, de lo ‘mío’ por sobre lo ‘nuestro’,
del ‘bien privado’ por sobre el ‘bien común’, del individuo por sobre y
separado del conjunto que lo rodea y del cual inseparablemente es parte, ¿Qué
tiene todo esto que ver con lo primero?
Que al ser así, dejamos de preocuparnos
por el otro y posteriormente por nuestro alrededor, y de esta manera empezamos a ocasionar todos estos daños que ya
están causando efecto, y es que
realmente ¿cómo puede dejar de preocuparte? La
radiación atómica, donde quedan las guerras civiles y las rebeliones eso es el
fin del mundo para muchas personas, que no se dan cuenta que hay muertes por
donde sea de hambre, enfermedades, conflictos sociales, terremotos, tsunamis,
todo esto no es lo que nos han hecho creer, de que la tierra se está vengando,
que es un ciclo normal etc., que es el apocalipsis dándonos una arrastrada, yo no me creo eso, todo eso lo provoca el
hombre, su individualismo y también su
miseria, es una tontería no preocuparte por lo evidente, estamos siendo
destruidos y seguimos contribuyendo.
Nos hemos olvidado de la naturaleza y su
belleza, estamos sumergidos en el mundo material, superficial y frío que nos
seguirá haciendo ver al “fin del mundo” -
que no tiene fecha fija, de hecho ha estado avanzando poco a poco y hasta ahora
nos estamos dando cuenta porque está siendo público-, como un final escrito y
sin solución.
Tengamos miedo, pero de nosotros mismos,
porque la maldad, inconsciencia y falta de crítica de los seres humanos nos ha traído
hasta este momento crucial, donde las guerras y los desastres ya son
inevitables, y no es egocentrismo pensar que somos más poderosos que la
naturaleza, al contrario es una realidad aterradora.
Pero ¡echémosle la culpa a la tierra!, que ya
es común que el ser humano siempre le echa la culpa al otro y no reconozca sus
errores, eso si es egocentrismo.
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