martes, 27 de mayo de 2008
Nuevo Libro en venta: El Diario Secreto de un Niño Iraquí
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Etiquetas:Comunicación, UdeO libro cornejo niño iraquí Leer comentarios 5/27/2008 11:43:00 a. m.
Colaboración: El Desarrollo Humano, como una experiencia de Vida
Hace un mes culminaron mis estudios de la maestría en desarrollo humano, les comparto también que nuestra ceremonia de graduación fue un momento especial para el grupo, estuvimos acompañados de nuestros familiares y amigos más cercanos, las autoridades de nuestra Institución y de nuestro padrino de generación, MDH Roque Jorge Olivares Vázquez. Personalmente fue una emoción para mi recibir de manos del Dr. Rubén Félix Gastélum, Vicerrector Académico de nuestra Institución, el reconocimiento que me otorgo la Universidad de Occidente, por haber obtenido el promedio más alto de la generación, un reconocimiento que me motiva a seguir adelante y me compromete a vivir el desarrollo humano como parte de mi experiencia de vida. Agradezco a mis compañeros del programa educativo de comunicación que me permitan compartir a través de comunicamedia.blogspot.com mis reflexiones en torno al desarrollo humano.
Algunos conceptos básicos, su llegada a México y la Universidad de Occidente.
El Desarrollo Humano puede ser entendido desde la perspectiva de la academia y la universidad, desde la perspectiva del sentido práctico, que hace a un lado planeamientos abstractos y significados profundos desde una dimensión política entendida ésta como una preocupación genuina por el orden social. Puede ser entendida como cada una de las disciplinas del conocimiento, como la historia, la filosofía o la psicología y aun desde las de aquellas cuyo objeto de estudio no es el hombre directamente.
Puede entenderse el Desarrollo Humano en diferentes niveles, desde sus fundamentos filosóficos y psicológicos básicos hasta sus aplicaciones en la acción individual y social. Se basa en el conocimiento de los mecanismos básicos del crecimiento humano, y el aprovechamiento de todos los recursos en la promoción de los valores humanos, como una responsabilidad de todos, pero especialmente de quienes tienen mayor influencia en los diversos ámbitos de la actividad humana. (Lafarga, J. (No. 33, 2002). Una revolución silenciosa: presencia de Carl Rogers en México. Prometeo, pp. Pág. 4-19.)
Desde una perspectiva antropológica, el Desarrollo Humano implica una filosofía del hombre, de la sociedad y de las relaciones interpersonales, una disciplina académica enraizada en la experiencia y en la investigación y una praxis profesional orientada a la facilitación y promoción del crecimiento humano, individual y colectivo que considera a la persona en todas sus dimensiones.
Con una filosofía que emerge de la misma experiencia, cuando se crea alrededor del hombre las condiciones ambientales e internas necesarias y suficientes para su desarrollo, las opciones de los individuos, los grupos y la sociedad se orientan hacia la vivencia y la práctica de los propios valores personales, sociales y trascendentales. Lafarga, J. (No. s/n, 1992). Una revolución silenciosa: presencia de Carl Rogers en México. Prometeo., pp. Pág. 4-19.
El Desarrollo Humano tiene sus raíces en el humanismo occidental grecolatino europeo y en algunas aportaciones de la filosofía oriental; es un movimiento dentro de la psicología contemporánea que ha tenido un rápido desarrollo como modelo filosófico y práctico para el fomento de la salud psicológica. Se inicio en Norteamérica a partir de seis fuentes principales: 1) el programa de New Deal de reconstrucción cultural, 2) la psicología humanística, 3) el existencialismo europeo (principalmente de Francia y Alemania), 4) las sabidurías orientales mas representativas, 5) el psicoanálisis de Adler y 6) el movimiento de la dinámica de los grupos (Quitman, 1991; González y Valdés, 1994).
En nuestro país el Desarrollo Humano como un movimiento organizado, tuvo sus raíces en la Universidad Iberoamericana (UIA) y en el ITESO de Guadalajara, algunos académicos con temor al manejo de sus afectos, definieron en sus inicios al Desarrollo Humano como un “apapacho”, una manifestación de sentimientos con poca profundidad. Otros grupos sin contacto directo con los programas académicos, menos prejuiciados de ambas instituciones, más abiertos a la exploración y a la búsqueda, definen al Desarrollo Humano como la psicología manejada por no psicólogos, con psicoterapia y con la promoción de crecimiento. Para los estudiosos del Desarrollo Humano en el ITESO y en la UIA, éste es entendido desde una perspectiva pluridisciplinar, como las ciencias de la educación que deben ser conocidas y cultivadas a diferentes niveles, especialmente por quienes tienen mayor influencia en la sociedad, como son: los maestros, los profesionales, los lideres empresariales, los lideres de la comunidad y de la política.
El pensamiento y obra de Carl Rogers se difundió ampliamente en México desde 1966 por Juan Lafarga, quien es considerado el precursor de este movimiento en nuestro país. Entre 1970 y 1987 –hasta su muerte- Rogers mantuvo relaciones cercanas con varios mexicanos profesionales del desarrollo humano; su primera presentación pública la hizo en la “VI Conferencia Internacional de la Asociación de Psicología Humanista” en el año de 1975.
El evento que fue el punto culminante del enfoque centrado en la persona en México, fue el encuentro que llevo por nombre: “El proceso del crecimiento individual y sus implicaciones sociales con un enfoque centrado en la persona” que se desarrollo en el mes de diciembre de 1977, en el Estado de México. Los participantes en ese encuentro, después generaron institutos, programas de formación, grupos profesionales y otras opciones de crecimiento personal, grupal y comunitario, a partir del Enfoque Centrado en la Persona, de Carl Rogers.
El desarrollo del Enfoque Centrado en la Persona en el noroeste del país se expandió hacia finales de los setentas, con la fundación de la Escuela de Psicología del Centro de Enseñanza Técnica y Superior (CETYS). En el año de 1982, Rogers dentro de las celebración del vigésimo quinto aniversario del ITESO en Guadalajara, lleva a cabo la primera reunión de planeación con todas las autoridades en materia de desarrollo humano de la Institución. En noviembre de ese mismo año, Carl Rogers tuvo una amplia participación en la reunión internacional organizada por el Centro de Estudios de Educación Association Montessori Internacionale de México, “La educación como medio de transformación” que se llevo a cabo en Morelos.
En octubre de 1984 fue la última visita profesional de Carl Rogers a México, durante su participación en la Maestría en Desarrollo Humano, con una actividad titulada “El hombre frente a la perspectiva de su realización”. Y junto con Ruth Stanford desarrollo en encuentro titulado “Conversación con Carl Roger y Ruth Stanford” donde escucharon las inquietudes de alrededor de 800 participantes, con relación al ECP y el Desarrollo Humano, en el auditorio del Centro Universitario Cultural. En esta visita Carl y Ruth conocieron a una respetada comunidad educativa en la que se aplicaba en ECP, convivieron con estudiantes, maestros y personal, con quienes compartieron e intercambiaron experiencias.
La Universidad de Occidente, cuenta con dos generaciones de egresados de la maestría en Desarrollo Humano y actualmente esta por iniciar el curso propedéutico para la tercera generación.
Que tengan ustedes un buen día.
Lic. Beatriz Cristina Gil Ramírez.
Profesor Supernumerario, PE de Ciencias de la Comunicación
Egresada de la 2da Generación de la Maestría en
Desarrollo Humano, generación 2005-2007.
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Leer comentarios 5/27/2008 11:15:00 a. m.
martes, 20 de mayo de 2008
Artículo: La Educación centrada en el estudiante
Profesora de Carrera de Medio Tiempo del
PE Ciencias de la Comunicación
Hablar de educación no es únicamente la simple instrucción intelectual o transmisión de información y conocimientos impartida en las aulas de instituciones educativas. La educación entendida en un sentido más amplio está orientada hacia el desarrollo integral y armónico de la persona y, por ello, debe abarcar todos los aspectos y las etapas de la vida del ser humano, desde su nacimiento hasta su muerte. Educar es formar al hombre en su integridad. Del concepto que se tenga de la educación dependerá, en gran parte, el destino de la sociedad humana.
La educación centrada en la persona es una corriente educativa relativamente joven; aparece en la década de los 40 como una aplicación a la tarea educativa del enfoque centrado en el cliente, técnica psicoterapéutica propuesta por Carl Rogers.
Hay algo en especial dominante en la hipótesis fundamental del enfoque centrado en el cliente: quienes llegan a confiar en su tarea terapéutica se ven casi inevitablemente conducidos a ponerla a prueba en otras actividades. Si en la terapia es posible confiar en la capacidad del cliente para manejar su situación vital constructivamente y la finalidad del terapeuta es liberar esa capacidad, ¿Por qué no aplicar esa hipótesis y ese método a la enseñanza? Si la creación de una atmósfera de aceptación, comprensión y respeto es la base más eficaz para facilitar este aprendizaje denominado terapia. ¿Por qué no puede también ser la base del aprendizaje denominado educación? Rogers, (1997).
Con base en estas y otras preguntas Rogers desarrolla el sistema de enseñanza que denomina aprendizaje significativo.
El aprendizaje significativo es la piedra angular de la educación centrada en la persona. Este aprendizaje consiste en asimilar uno mismo lo aprendido, hacerlo propio tal como se hace con el alimento que se ingiere, se digiere y se asimila. Cuando el aprendizaje tiene significado para la persona, se integra a ella, por lo tanto, no se olvida y puede aplicarse prácticamente en la vida diaria. Este tipo de aprendizaje siempre implica un contenido afectivo, ya que el individuo es una unidad indivisible que debe funcionar en forma integral. González, (1991).
Factores más importantes en el aprendizaje significativo:
Los contenidos (alimentos) que son la información, las conductas o habilidades que hay que aprender.
El funcionamiento (organismo) de la persona en sus dimensiones biológica, psicológica, espiritual y social.
Las necesidades actuales y los problemas que el individuo esté confrontando en ese momento de su vida, como importantes para él.
El ambiente en el que se da el aprendizaje.
Para obtener el aprendizaje significativo se requieren, como es lógico suponer, algunas condiciones y actitudes tanto de parte del educador, como de los educandos, Roger plantea las siguientes condiciones y actitudes generales para que se produzca el aprendizaje:
Autenticidad o genuinidad:
Cuando el facilitador es una persona real y se relaciona con el estudiante sin máscaras, es mucho más efectivo como facilitador del aprendizaje.
Aceptación positiva incondicional:
Es una de las condiciones más importantes del aprendizaje significativo, y consiste en poder aceptar a la persona sin tomar en cuenta sus condiciones de valor. Esta condición está basada en aceptar y valorar al ser humano por su dignidad y valores intrínsecos, y requiere un clima de permisividad y libertad que no implica la ausencia total de límites, sino dentro de las limitaciones impuestas por las circunstancias y la autoridad o sugeridas por el instructor por ser necesarias, se da una atmósfera permisiva, de aceptación, de confianza en la responsabilidad del alumno.
El aceptar incondicionalmente no significa la aprobación de una conducta.
Comprensión empática:
Cuando el facilitador del aprendizaje (maestro) tiene la habilidad de comprender las reacciones del estudiante desde dentro, cuando tiene una consecuencia sensitiva de la forma como el proceso educativo del aprendizaje aparece al estudiante, entonces se aumentan las posibilidades de un aprendizaje significativo.
El aprendizaje significativo se dará cuando exista una atención real a la persona, a su individualidad, a su propio proceso de desarrollo. El respeto, la aceptación y el afecto juegan un papel trascendente, ya que mediante éstos se promueve el espíritu comunitario.
Desde la perspectiva de Carl Rogers, la educación se puede situar en dos modalidades: la convencional y la centrada en el estudiante. A continuación se muestra una tabla para mayor facilidad de comparación.
En la política educacional centrada en la persona, quién ejerce el poder o control es el grupo, es decir, los mismos alumnos así como el aprendiz-facilitador; el estudiante se encuentra en el proceso de ejercer control sobre la dirección de su propio aprendizaje y de su propia vida, en tanto que el facilitador mantiene control sólo sobre sí mismo.
Bibliografía utilizada:
González, A. (1990). Enfoque Centrado en la Persona, Aplicaciones a la Educación. México. Editorial Trillas.
Lopez, J. (1996). Desarrollo humano y práctica docente. México: Trillas
Rogers, C. (1997). Psicoterapia Centrada en el Cliente. España, Paidós
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jueves, 8 de mayo de 2008
Artículo: La globalización: mito y enajenación.
Nuestros dirigentes políticos y académicos nos hablan como seres de clase mundial. Tan preocupados e inquietos por el futuro prominente que nos depara lo que se ha denominado como “globalización”. Desde hace poco menos de 20 años se nos ha pregonado que pertenecemos al “primer mundo”, ese mundo de sueños cumplidos y de necesidades puestas en cazuela de plata. Así, y como dicen algunos autores, “La globalización –dicen Rodríguez y F. Velarde-se impone como una `moda´ pragmática en zonas específicas del mundo, llega apoteósicamente bajo los aplausos sistemáticos de `intelligentsias´ del subdesarrollo, ávidos de que con la globalización aterrice el desarrollo económico”.
Estamos claros que esa es una aspiración histórica y justa de todos los países del orbe, pero aún hay muchos prejuicios sobre el uso que se hace del concepto de globalización. Como lo ha señalado Vilas (1999) “Este discurso, eufórico y determinista, se basa en un conjunto reducido de proposiciones simples que se asumen como verdades autoevidentes,…Planteadas de manera muy resumida, esas proposiciones son las siguientes:
1. La globalización es un fenómeno nuevo.
2. Se trata de un proceso homogéneo.
3. Es, asimismo, un proceso homologeneizador: gracias a la globalización todos seremos, antes o después, iguales y en particular los latinoamericanos seremos iguales en desarrollo, cultura y bienestar a nuestros vecinos del norte y de Europa.
4. La globalización conduce al progreso y al bienestar universal.
5. La globalización de la economía conduce a la globalización de la democracia.
6. La globalización acarrea la desaparición progresiva del Estado, o al menos una pérdida de importancia del mismo.
En conjunto, esas proposiciones constituyen el núcleo de lo que podemos llamar la ideología de la globalización. Se trata de una ideología conservadora que encubre la realidad para inhibir la voluntad de cambiarla…”
Enmarcado en la concepción burguesa, lo que el concepto de globalización ofrece suele ser más una utopía que una posible realidad. Los intereses históricos y particulares de la burguesía no serán borrados por obra y gracia de una declaración de igualdad y fraternidad como la acuñada por los viejos pensadores utópicos. La utopía sólo puede ser un instrumento de lucha, más es difícil de retomarla como una realidad posible en el contexto de un capitalismo salvaje como el que hoy vivimos. Por ello, “las construcciones utópicas desde la República de Platón…hasta Utopía de Tomás Moro y Tomaso Campanella, tienen elementos en común: una aguda crítica social, una propuesta de igualdad, un espíritu de justicia y el anhelo de realizar un mundo mejor, pero de manera uniforme” (Mercado M.; 2002:122).
Como se observa la globalización tiene su fundamento en esta línea de pensamiento, pues a pesar de representar los intereses del capital, integra elementos redentores de las clases explotadas. Pero esto corresponde a la rápida transformación de la ciencia y la tecnología que impacta severamente, y de manera desigual, a las propias estructuras de la sociedad. Al respecto retomamos lo que dice el propio Mercado (2002:120), quien afirma que “el renacer utópico que hoy en día nos invade, surge precisamente en momentos dramáticos de transformaciones mundiales (...) cuando los paradigmas teóricos e ideológicos se deshacen, cuando se transforman las fronteras convencionales y aparecen nuevos procesos de integración política y económica”.
¿Cómo entonces desligar la utopía del mito globalizador? Para ello, el mecanismo más apropiado es el reconocer la esencia de cada concepto. Por principio comparemos sus características. La utopía, de acuerdo a Tomás Moro se caracteriza por:
Ser valiosa y deseable justamente por su contraste con lo real, cuyo valor rechaza y, por consiguiente, considera detestable. Subvierte lo real y abre una ventana a lo posible.
No sólo por marcar un distanciamiento de lo existente, sino también una alternativa imaginaria a sus males y carencias.
Expresar, además, el deseo, aspiración y voluntad de realizarla.
Implicar la propuesta de erradicar una serie de males que hay que eliminar, para llegar a una sociedad donde prevalezca la igualdad y felicidad.
Pero esto sólo es posible por la acción del pueblo. Como lo establece Henríquez Ureña en un artículo de internet, “es el pueblo que inventa la discusión, que inventa la crítica. Mira al pasado, y crea la historia; mira al futuro, y crea las utopías”, aunque en ese proceso son las intelligentsias quienes llevan la batuta y pueden, por su papel y status en la sociedad, disponer de los medios suficientes para llevar a cabo tanto la discusión como las propuestas al conjunto social. Los comunicólogos entran en esa categoría de intelligentsia por cuanto tienen que ver con los procesos de difusión de los mensajes-ideas.
En esta maraña de dinámicas “México… se ve obligado a encontrar una solución, y justamente lo que ofrece la utopía no sólo es una identidad, también un sueño posible. La lucha contra las certidumbres, contra un orden que no nos pertenece y que se nos impone inexorablemente, así como la búsqueda de un futuro deseado, está en la base de la reflexión utópica” (Mercado; 2002:117). La cultura mexicana aun está muy arraigada como para permitir su resquebrajamiento por efecto de la globalifobia. Sus estructuras valorativas, si bien han sido permeadas por las corrientes culturales exógenas, también es cierto que mantienen un alto grado de cohesión de la mexicanidad como elemento identitatario.
Y “si bien la sociedad mexicana nunca podrá ser el sueño al que todos aspiramos, tal y como lo señala la utopía, de alguna forma sí podrá rescatar y mantener los valores que de su sociedad quedan, sin empobrecer las intenciones globalizadoras de pertenecer a un mundo internacional, siempre y cuando la educación mexicana cambie y de un giro hacia la universalidad de los individuos y la identificación nacional”. De esta forma el mito de la globalización quedará al descubierto y la sociedad podrá encauzar sus esfuerzos y participación hacia el mejoramiento de las condiciones de desarrollo y de vida internas, concientes de la necesidad de coexistencia con agentes externos, pero en condiciones de competencia más equitativas.
En conclusión podemos afirmar que la llamada globalización no es un fenómeno nuevo y que sus efectos en nuestro continente han estado presentes desde los viajes de Magallanes y de Colón en el Siglo XIV. Dichos efectos se siguen manifestando de maneras diferentes, pero con las mismas consecuencias sobre la configuración socio-económica de la sociedad postindustrial. En ese contexto las Redes —como lo señala Brünner (2003: 56) “constituyen una nueva morfología social de nuestras sociedades y la difusión de la lógica de redes sustancialmente modifica la operación y resultados de los procesos de producción, experiencia, poder y cultura. (Brünner; 2003:7). O como afirma Daniel Bell (1989:69) "Tal como ocurrió en su momento con la revolución industrial, el actual proceso ha comenzado a modificar los parámetros cruciales de la sociedad".
Fuentes consultadas:
Brünner, José Joaquín (2003). Educación e Internet. ¿La próxima revolución? FCE (Breviarios 376). México.
Bell, Daniel (1989). Las contradicciones culturales del capitalismo. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes-Alianza Editorial Mexicana, Los noventa, México.
Henríquez Ureña, Pedro. Utopía en América. Consultado en:
Karam, Tanius (2004), Globalización, tecnología y educación. Conferencia impartida en la UNAM-FESC el 21 junio 2004. México.
Mercado Maldonado, Asael. Sociología Norteamericana: un diagnóstico de nuestro tiempo. Universidad Autónoma del Estado de México. México 2002.
Rodríguez Alonso Jesús, A. F. Velarde Samuel. Cultura y Democracia en México hacia el siglo XXI. (Consultado en: http:sincronia.cucsh.udg.mx/cultdem.htm. 15/11/2007).Vilas, Carlos M. (1999) “Seis ideas falsas sobre la globalización. Argumentos desde América Latina para refutar una ideología.” En http://www.globalizacion.org/biblioteca/Vilas%20Globalizacion%20Falsa.htm. 03/12/ 2007).
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